martes, 10 de junio de 2008

LA CONTRAIRONÍA, la figura retórica preferida del siniestrita y del monjita.

El siniestrita pretende ser un maestro de las palabras, ya se ha dicho muchas veces en este blog. También el buen monjita nacionalista. La figura literaria que mejor dominan es la paradoja, como se puede observar en los siguientes ejemplos, que se utilizan en todos los tratados de retórica y que consagró nuestro Siniestrita mayor con nombre de zapatero remendón: Otegui, hombre de paz, Tregua con bombas, Nacionalismo moderado y moderno.
Pero hay una figura literaria en la que son los absolutos maestros y que no tiene nombre conocido aún en los tratados retóricos: consiste en calificar negativamente a otro con la cualidad de uno mismo, pretendiendo con ello quedar uno libre de esa cualidad. Le vamos a dar el nombre de CONTRAIRONÍA, figura mortalmente carente de humor. Entendamos con ejemplos la anterior definición:
El nazi siniestrita y monjita Joan Puig, de Esquerra Republicana llama nazi a AIR BERLIN
El verdugo monjita Artur Mas llama al castellano el idioma de los verdugos
Si es usted tan amable, envíennos CONTRAIRONÍAS QUE USTED CONOZCA.

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