26 febrero. El buen profesor

Los lunes del buen siniestrita, o cómo tener la conciencia limpia para toda la semana.

El buen siniestrita es con frecuencia un profesor. Y un buen profesor es, bien se sabe, el que enseña algo al margen del beneficio económico y del mercado, ese mundo tan materialista. Si el buen economista dice que se ha de buscar EL MÁXIMO BENEFICIO CON EL MENOR COSTE POSIBLE, el buen profesor siniestrita dirá que no, que no y que no, que hay que aumentar los medios, es decir, los costes: multitud de profesores, desdobles, orientadores, grupos flexibles, programas de diversificación; multiplicación de comisiones didácticas-pedagógicas-solidarias-medioambientales-antisexistas-lingüísticas; comisiones de servicio a mansalva, bajas docentes a manta, interinos a puñados, sueldos dos-tres-y-hasta cuatro por única plaza, etc.
Por eso ahora en la enseñanza, herencia aún de la LOGSE, se ha consagrado el siguiente dogma con el que todos los siniestritas están de acuerdo, hasta muchos diestritas: LA ENSEÑANZA ES EL ARTE DE LOGRAR CON EL MÁXIMO COSTE POSIBLE EL MENOR BENEFICIO POSIBLE.

19 febrero. El facha

Los lunes del buen siniestrita, o cómo tener la conciencia limpia para toda la semana.

El facha
El buen siniestrita se caracteriza por no tener facha. El facha siempre es el vecino de la derecha, que compra y vende o que va a misa o que es liberal y capitalista. No importa que Hitler odiara a los capitalistas ni que Mussolini meara a los curas. El facha es siempre el defensor del libre mercado. Por eso, el buen siniestrita no tiene ninguna facha y a veces, y siempre en el imaginario ideal, camina hecho un adefesio.

5 Febrero. El bricomán

Los lunes del buen siniestrita, o cómo tener la conciencia limpia para toda la semana.

El buen siniestrita es un buen bricomán. Todo se puede arreglar porque todo estaba en origen bien y luego se estropeó. Armado de una buena llave inglesa se arregla todo. ¿El juguete del niño está roto, o mal hecho?; se arregla con la llave inglesa. ¿El grifo está roto?; se arregla con la llave inglesa. ¿Se ha roto el brazo el pobre muchacho?; se arregla con una buena llave inglesa traumatológica. ¿Se te ha roto, es decir, se ha muerto tu padre?; se arregla el duelo con una buena llave psicológica inglesa. ¿Te falta un tornillo?; se te arregla otra vez ese tornillo con una buena llave inglesa psiquiátrica y psicológica. ¿Has matado, has roto una vida?; se te arregla tu vida con una buena llave inglesa rehabilitadora y no carcelaria. ¿Adán rompió la armonía del paraíso terrenal?; se recupera el paraíso con una buena llave inglesa de memoria histórica, de reparación del pecado original.
¿Y si lo que está roto, mal hecho, es nada menos que el mundo, la sociedad, que es injusta, desigual, violenta, insolidaria…? Pues no se arredrará por tamaña empresa el buen bricomán: se arregla el mundo en un plis plas, con una buena llave inglesa en manos de ingenieros sociales.