lunes, 1 de enero de 2007

1 Enero. Las buenas acciones

Los lunes del buen siniestrita, o cómo tener la conciencia limpia para toda la semana.

En estas fechas navideñas el buen siniestrita hace recuento de las buenas acciones del año pasado. Recuerda con especial satisfacción que en verano asistió a dos ceremonias religiosas. Los feligreses eran monjitas que aplaudían a rabiar y el cura era nada menos que el Papa. Fue en un teatro de Madrid y luego en un teatro de Lloseta. El público del teatro eran las monjitas y el Papa era Leo Bassi.
Cada vez que el Papa decía caca, pis, culo, las monjitas aplaudían con su pose característica, brazos doblados hacia arriba, muñecas juntas, palmitas de las palmas palmeando. Cada vez que el Papa decía un axioma, ¡por la ilustración y la razón!, las monjitas, palmitas de las palmas palmeando. Cada vez que el Papa decía un principio, ¡seamos como los indígenas!, las monjitas, palmitas de las palmas palmeando. Cada vez que el Papa decía una norma, ¡convirtamos a los no creyentes al ateísmo!, las monjitas, palmitas de las palmas palmeando.

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